Renovarse o morir: la gráfica nacional

Dolores Garnica
Peridico Público Milenio GDL.

Fueron tres días intensos para el Primer Simposio de Gráfica y Estampa Contemporánea en el Instituto Cultural Cabañas. Más de 100 artistas, expertos, teóricos y críticos discutieron, reflexionaron y plantearon nuevas propuestas para mejorar el estado de la gráfica mexicana frente a los nuevos retos y cambios del arte contemporáneo.

“Aquel que no tenga un discurso está acabado”, respondió una señora del público al grabador Humberto Baca al final de su ponencia junto a Patrick Charpenel.

“Si tu obra tiene discurso, no te apures por el futuro”, sentenció con el cabello rojo y vestida de negro al artista visual tapatío preocupado por los nuevos retos del arte actual en la gráfica, frente a las computadoras, el fax o la copiadora, sencillos y contemporáneos sustentos técnicos que ya se utilizan en la gráfica. Los nuevos retos del arte actual, donde la gráfica se convierte en el soporte de una idea, más que en la idea misma, fue quizá la reflexión medular del Primer Simposio de Gráfica y Estampa Contemporánea, un foro de discusión que por primera vez en cuatro años (el último fue en Zacatecas) reunió a más de 100 artistas, expertos, teóricos y críticos en el Instituto Cultural Cabañas del 1 al 3 de noviembre.

Cuatro conferencias, dos mesas redondas y sobre todo, muchas preguntas. Walter Benjamin fue el teórico más nombrado. La idea como premisa de una pieza de arte fue el tema más comentado y el uso de las tintas o las rebabas en un tórculo pasaron a segundo plano. El termómetro, según Rafael Pérez y Pérez, la primera conferencia del Simposio, fue que “existen 50 talleres de gráfica en México y sólo hay 20 activos.

Hay 400 tórculos y sólo 200 funcionan, diez de cada 300 exposiciones en el país son de gráfica, y además, es considerada como un arte menor”. Las respuestas fueron muchas, pero la de Edgardo Ganado Kim, la última conferencia del jueves, fue la que causó más ampolla: “La gráfica es la única disciplina que todavía piensa más en la técnica que en la idea; cuando platicas con un grabador te habla más de cómo está echa la pieza, que del discurso”. Eliseo Mijangos criticó la falta de interés de los artistas por la conservación de sus piezas, pero Mario Rangel Faz sorprendió a todos con las propuestas de los jóvenes ganadores de la beca del FONCA 2006 que utilizan la gráfica, con las nuevas técnicas de Jan Hendrix, la estrella de la actividad; el uso de la tecnología de Bela Gold, los enormes alcances del Grupo SUMA en los setenta en la ciudad de México, o las placas contemporáneas de Luis Ricaute.